Como todos saben, tercero es un año especial cuando comenzás primero lo ves tan lejano, bueno les quiero contar que no
es así, el tiempo pasa volando y sin darte cuenta ya estás ahí.
El mes de abril del 2018 había llegado,
comenzamos a cursar este año lleno de expectativas e intrigas, en el cual
sabíamos que se aproximaban esas tan llamadas y famosas prácticas.
Por su puesto hubo un trabajo previo,
aprendiendo a planificar, primero con una compañera y luego ya largarnos solas,
la profesora de prácticas nos iba preparando para tener herramientas a la hora
de realizar las prácticas y los profesores de los talleres también.
Llegó el mes de junio, un mes que se hacía
esperar, el mes del primer período de prácticas, cada pareja pedagógica
empezaba a ingresar a los jardines que se les había asignado, entrando a un
lugar desconocido y conocido a la vez, llenos de niños de 3 a 5 años y maestras
que los acompañaban.
A mi compañera y a mí nos había tocado sala de
3, esos niños tan pequeños y llenos de energía, pasando los días los fuimos
conociendo mejor y a la docente también, llevándonos ideas para poder
planificar en nuestras casas y que éstas sean del agrado de los alumnos.
Empezó la semana de prácticas con muchos
nervios y miedos por dar nuestras primeras clases en un jardín, pasando los
días los miedos se iban perdiendo, esas ganas de seguir yendo al jardín estaban
intactas, pero había llegado el ultimo día, por el cual no me quería ir.
Fue
una experiencia hermosa, me llevé muchos recuerdos, abrazos, besos, ataduras de
cordones, enseñanzas y aprendizajes para poder mejorar en un futuro próximo.
Luego de las vacaciones de invierno, ya nos
íbamos preparando para el 2° período, ingresando a un nuevo jardín, con niños
nuevos y maestras nuevas.
Mi pareja pedagógica y yo fuimos asignadas a
sala de 5, un gran cambio, estos alumnos eran más grandes y tenían una mejor
autonomía. Los fuimos conociendo, con sus risas, enojos, corridas, peleas, y su
manera de trabajar dentro de la sala,
Observábamos como la docente daba clases y con
su ayuda y con la profesora de prácticas fuimos planificando los contenidos que
nos habían dado para enseñar.
Fue una experiencia hermosa, me llevé abrazos,
besos, regalos, experiencias nuevas, ser árbitro de fútbol y por supuesto
muchísimos aprendizajes.
Alumna: Carmody Julieta.
Año: 3° Nivel Inicial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario