miércoles, 11 de noviembre de 2015

Nota: cómo vi la experiencia de mis compañeras del Profesorado de Educación Primaria.

Comencé el 3º año del Profesorado de Educación Primaria, en el cual se llevaban a cabo las prácticas. Yo no pude hacerlas. Era mi deseo poder realizarlas en este año junto a mis compañeras.
Yo por un lado sentía alegría de que ellas pudieran tener esa experiencia con los alumnos/as, pero por otro me sentía triste porque yo también quería experimentar eso y no podía. Pero no me quedo  otra y lo acepté y  eso que me entristecía se fue poco a poco.

Ellas comenzaron a transitar ese camino llenas de expectativas, nervios, alegrías, en el cual debían dar clases frente a niños/as que no conocían.
Poco a poco fueron introduciéndose en este camino donde a algunas les costó un poquito más que a otras, pero siempre dando lo mejor de sí, esforzándose, preparándose cada día para que todo saliera bien. Lo importante fue que se ayudaban una a otra, se animaban, reían, lloraban, pero siempre firmes en su meta. Los profesores también las ayudaban, las aconsejaban, las animaban, hacían que la tormenta se calmara en aquellos momentos feos que surgían.
En el segundo periodo de las prácticas mis compañeras ya le habían agarrado la mano y ya estaban más cancheras, pero también a medida que pasaban los días  se encontraban cansadas, entre el ir y venir, preparar la clase para dar, hacer las tareas del terciario…etc. 


Lo principal es que a todas les fue muy bien, finalizando esta etapa llena de emociones, momentos hermosos y otros no tantos, aprendiendo cada día un poquito más, y poder ver a esos niños que han tenido de alumnos, saludarlas en la calle, dándole un beso, contentos de poder haberlas tenido como su señorita, dejando en su corazón un poquito de ellas..

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