miércoles, 6 de noviembre de 2019

Bitácoras sobre Prácticas-Residencia en Jardines

6/11/2019

Alberti- Pcia. Bs. As
Antonellamunoz40@gmail.com


Mediante esta publicación , voy a tratar de expresar los sentimientos que me generaron las prácticas y residencia, y por ende, todo lo que me ocurrió al momento de realizar las mismas.
Comencé a estudiar en el profesorado de Educación Inicial porque estaba relacionado con lo que realmente quería estudiar, pero por cuestiones de matrícula la carrera de Psicopedagogía no se abrió en ese momento.
Al principio, en el primer año, como que no me convencía mucho, más allá que en su momento realizábamos nuestras primeras observaciones a jardines de nuestra ciudad, pero lo que ansiaba, era trabajar con esos niños, realizar mis primeras prácticas.
En segundo año, ya tuve otra mirada de la carrera, ya me sentía más segura de seguir con lo que estaba estudiando. El entrar a los jardines a observarlos y poder entrar en las salas a ayudar a las maestras fue muy gratificante para mí, fue el primer “seño” que escuché y que deseé volver a escucharlo muchísimas veces más.
Recién en el tercer año en donde realizamos nuestras primeras prácticas, yo estaba super nerviosa y debo admitir que no en todas me fue como lo esperaba; armar nuestras primeras planificaciones, estar frente a la docente del área, estar frente a los niños todo fue nervios y puros nervios., Y sí, pasé las prácticas aceptando todas las sugerencias que los docentes del área me hicieron y tratando de superarme en cada momento desarrollado.
En cuarto año, la práctica de residencia me daba miedo, me daba inseguridad el no saber qué hacer y cómo actuar en la sala dando todos los momentos yo. En la primera práctica no veía la hora de que llegara el momento para que yo empiece, pero me costó y lo afronté muy bien, y lo disfruté muchísimo. En la segunda práctica, ya iba más relajada, lo que sí pensaba era que ésta por ser la segunda me iba a resultar más fácil e iba a tener menos inconvenientes, así fue; la pasé muy bien tanto con los nenes como con las demás docentes.
Cuando llegué al final de mi objetivo, puedo decir que cambié muchísimo en algunos aspectos: como la manera de encontrarme en el instituto, que me costaba desenvolverse oralmente; ahora soy una persona que no tiene problemas de hablar con nadie, y mucho menos en público, que trato de adquirir un vocabulario específico y conocimientos adecuados para desempeñar mi labor.
Me voy con una mochila cargada de hermosos recuerdos y experiencias que jamás voy a borrar de mi memoria.




 



No hay comentarios:

Publicar un comentario